miércoles, 9 de octubre de 2024

Las Fresas de la Amargura: Una Película de Indignación y Contexto Histórico


Por: Ricardo Abud

Las Fresas de la Amargura", es una obra cinematográfica que dejó una huella profunda en la memoria colectiva de millones de espectadores de la época. Esta película no solo abordó temas de injusticia social y desigualdad, sino que también se desarrolló en un contexto histórico marcado por la represión política y la lucha por los derechos humanos en el mundo, rescata la emoción de las rebeliones universitarias que sacudieron a Estados Unidos a finales de la década de los 60


La década de 1960 y principios de 1970 en Venezuela estuvo marcada por la inestabilidad política. Tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958, el país vivió un periodo de transición hacia la democracia, pero también enfrentó desafíos significativos. Las promesas de progreso y bienestar para todos chocaron con la realidad de la pobreza y la corrupción, generando un sentimiento de desencanto entre la población.


"Las Fresas de la Amargura" se sitúa en este contexto, reflejando las tensiones sociales y políticas. La película retrata la vida de los sectores más vulnerables de la sociedad, mostrando su lucha diaria y la falta de oportunidades. La crítica social presente en el film resonó con muchos espectadores, quienes se sentían identificados con las injusticias que se retrataban en la pantalla.


Recuerdo vívidamente la función en el cine Pérez Bonalde, un lugar emblemático en Caracas ya hoy desaparecido como la mayoría de salas de cine que teníamos en Caracas. La película provocó una fuerte reacción en la audiencia. La indignación que sentimos al ver las injusticias representadas en la pantalla fue tan intensa que, en un momento de arrebato, decidimos protestar. La quema de una silla en el cine fue un acto simbólico que reflejaba nuestro descontento con la realidad que vivíamos. Aquella noche, la película no solo nos hizo reflexionar, sino que también nos impulsó a tomar acción, a expresar nuestra rabia y frustración.


La situación escaló cuando, tras el incidente, la policía llegó al cine. Sin embargo, nosotros ya habíamos abandonado el lugar y corrido hacia la verdad 8, donde vivíamos. Esa experiencia se convirtió en un recuerdo imborrable, un testimonio de cómo el arte puede movilizar a las personas y generar un sentido de comunidad en la lucha contra la opresión.


"Las Fresas de la Amargura" no solo es una película; es un símbolo de resistencia y una llamada a la acción. Su relevancia trasciende su tiempo, recordándonos la importancia de cuestionar la realidad y abogar por un cambio social. La obra de Salazar continúa resonando en generaciones posteriores, inspirando a cineastas y activistas a seguir luchando por la justicia.


Reviviendo la experiencia de aquella proyección en el cine Pérez Bonalde, es evidente que "Las Fresas de la Amargura" no solo nos confrontó con la cruda realidad de nuestra sociedad, sino que también encendió en nosotros una chispa de indignación y deseo de cambio. Aquella noche se convirtió en un catalizador para la reflexión y la acción, reafirmando que el cine puede ser una poderosa herramienta de transformación social.


Se le quiere que jode, y sobre todo de gratis,.

Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan,.

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