El Dilema del Extraterrestre Sin Papeles: ¿Deportamos a Superman?

 


Por: Ricardo Abud

Durante décadas, los estadounidenses han celebrado a Superman como el símbolo máximo del heroísmo y los valores americanos. 

Pero, ¿hemos considerado alguna vez los aspectos más turbios de la presencia de este individuo en territorio nacional?
Es hora de que enfrentemos la incómoda realidad: Superman es, técnicamente hablando, un inmigrante indocumentado que ha operado sin supervisión gubernamental durante años. Nadie sabe con certeza cómo llegó, si pasó por inmigración, si lo vacunaron contra la rabia interplanetaria o si siquiera llenó la planilla DS-160. Lo cierto es que Superman, el ícono más puro del “sueño americano”, es en realidad el caso de inmigración ilegal más grande en la historia de los Estados Unidos.

Todo comenzó cuando los Kent, una pareja de granjeros de Kansas aparentemente bien intencionados, encontraron una nave espacial estrellada en su propiedad. ¿Su primera reacción? No llamar a las autoridades federales, sino ocultar evidencia de contacto extraterrestre y adoptar ilegalmente a un menor de edad sin documentación alguna. Sí, Kal-El. Ese mismo. El tipo de la capa roja, el peinado con rulo y el trauma planetario. Vino de Krypton en una nave sin matrícula, entró por Kansas sin sellar pasaporte y creció como un campesino sin papeles. Ni ICE, ni Homeland Security, ni el FBI lo detectaron. Todo porque sus padres adoptivos en Smallville dijeron que "era un bebé muy especial que cayó del cielo". ¡Ajá! ¿Y si hubiese sido venezolano?

¿Cómo exactamente inscribieron a Clark Kent en el sistema escolar? ¿Con qué certificado de nacimiento? ¿Dónde están sus registros médicos prenatales? La respuesta es simple: no existen. Los Kent, cómplices de inmigración ilegal, fabricaron una identidad completa para este extranjero.

Durante años, Superman asistió a escuelas públicas americanas financiadas por contribuyentes, sin que nadie cuestionara su estatus migratorio. ¿Cómo se las arregló para obtener una beca universitaria? ¿Con qué número de seguro social aplicó? ¿Dónde están sus SATs? La Universidad de Kansas tiene mucho que explicar sobre cómo un individuo sin documentos válidos no solo se matriculó, sino que además destacó en deportes. ¿Alguien consideró que tal vez tenía ventajas injustas sobre los estudiantes humanos? ¿Dónde estaban los controles antidopaje cuando los necesitábamos?

Pero lo más alarmante es su historial criminal: destrucción masiva de propiedad privada, violación sistemática del espacio aéreo, invasión de otros países sin autorización del Congreso y colapsos estructurales en al menos 17 ciudades. Y nadie dice nada porque el tipo sonríe, tiene abdominales y salva gatos de los árboles. ¡Por favor!

Los daños colaterales de sus "rescates" son astronómicos:

Metrópolis: Prácticamente reconstruida tres veces debido a enfrentamientos del "Hombre de Acero".

Edificios destruidos: Incontables rascacielos convertidos en escombros.

Infraestructura dañada: Calles, puentes, sistemas de alcantarillado, todo devastado por sus peleas.

¿Quién paga estos daños? El contribuyente americano, por supuesto. Superman nunca ha presentado una póliza de seguro de responsabilidad civil. De hecho, ¿ha pagado alguna vez impuestos? ¿Sobre qué ingresos? ¿Tiene licencia para volar por el espacio aéreo nacional? Imaginen si en lugar de llamarse Kal-El se llamara Carlos Enrique López. Lo estarían sacando esposado de una construcción en Queens. Pero claro, como vuela y da discursos inspiradores, lo tratan como “aliado estratégico”. Hasta le hicieron una estatua en Metrópolis. Una estatua a un extranjero indocumentado que nunca fue al DMV(Department of Motor Vehicles) .

Aquí es donde la cosa se pone realmente sospechosa. Clark Kent trabaja para el Daily Planet, supuestamente como periodista. ¿Verificó el periódico sus credenciales? ¿Su I-9? ¿Su elegibilidad para trabajar en Estados Unidos? Es más, ¿no les parece conveniente que el mismo periódico que emplea a Kent sea el que más cobertura positiva le da a Superman? ¿Conflicto de intereses? ¿Parcialidad mediática? ¿Manipulación de la opinión pública por parte de un extranjero? Las preguntas se multiplican.

Lo que es aún más preocupante es que Kent tiene un historial laboral sospechoso. Desaparece constantemente durante horas de trabajo, siempre con excusas vagas. ¿Qué empleador toleraría tal absentismo? A menos que, claro, estuviera recibiendo compensación adicional por su cobertura sesgada de Superman.

Superman ha creado, efectivamente, un monopolio en el mercado de rescates de emergencia. ¿Dónde están los héroes locales? ¿Los bomberos? ¿Los equipos de emergencia? Cuando Superman aparece, los profesionales capacitados se hacen a un lado, creando una dependencia poco saludable en un solo individuo sin entrenamiento oficial. ¿Ha Superman tomado alguna vez un curso de primeros auxilios? ¿Conoce los protocolos de emergencia? ¿Ha sido certificado en rescate urbano? La respuesta es no. Opera como un vigilante sin licencia, sin supervisión y sin rendir cuentas a nadie.

Analicemos el impacto económico de Superman en el mercado laboral estadounidense:

Sector de Construcción: Los súper-poderes de Superman le permiten completar proyectos en minutos que tomarían semanas a equipos enteros de trabajadores. ¿Cuántos empleos ha eliminado con su velocidad sobrehumana?

Industria de Mudanzas: ¿Por qué contratar una empresa de mudanzas cuando Superman puede levantar edificios enteros? Miles de trabajadores desplazados por competencia alienígena.

Servicios de Emergencia: Los rescatistas profesionales han visto reducida su relevancia. ¿Quién necesita bomberos cuando hay un extraterrestre que puede volar?

Transporte Aéreo: Superman regularmente viola regulaciones de tráfico aéreo, creando peligros para la aviación comercial. ¿Cuántos controladores aéreos han tenido que lidiar con un "objeto volador no identificado" que resulta ser nuestro héroe local?

Superman rutinariamente viola el espacio aéreo de múltiples países sin permisos diplomáticos. Usa su súper-oído para espiar conversaciones privadas. Su visión de rayos X constituye una violación masiva de la privacidad. ¿Dónde están las órdenes judiciales? ¿Quién autoriza estas operaciones de vigilancia? Técnicamente, Superman opera como un agente extranjero no registrado que toma decisiones unilaterales sobre seguridad nacional. En cualquier otro contexto, esto se llamaría espionaje.

Es hora de que Estados Unidos tome una decisión difícil pero necesaria. Proponemos la producción de una película que finalmente aborde estos temas: "Deportemos a Superman: Build the Fortress of Solitude en México".

La trama seguiría a un valiente agente del ICE (Immigration and Customs Enforcement) que descubre la verdadera identidad de Superman y debe navegar la burocracia federal para procesar al extraterrestre más poderoso del mundo. La cacería comienza. ICE, el Departamento de Seguridad Nacional y Lex Luthor (ahora Secretario de Defensa) se unen para dar con el kriptoniano.

Las pruebas son irrefutables:

Nunca aplicó al TPS (ni al DACA galáctico).

No tiene seguro social. El número que dio empieza con “000”.

Ha destruido más edificios federales que Godzilla en depresión.

Superman contrata a un abogado de inmigración venezolano (que sobrevive de milagro y arepas) para intentar salvarse. ¿El argumento? Persecución política interplanetaria. ¿El plan B? Construir una nueva Fortaleza de la Soledad en Baja California y solicitar refugio, asilo mexicano.

Mientras tanto, en las redes sociales, el debate estalla. ¿Es Superman un héroe o un invasor? ¿Es un ejemplo de integración o una amenaza nacional? Un tuit del gobernador de Texas dice: “No me importa si vuela, si no tiene papeles, se va pa’ su planeta.”

La película explorará preguntas profundas: ¿Pueden los buenos actos justificar la presencia ilegal? ¿Debería Estados Unidos hacer excepciones para individuos "útiles"? ¿Qué mensaje envía esto a otros inmigrantes que han seguido los procesos legales? Superman podría argumentar que salvó el mundo múltiples veces, pero ¿no es eso exactamente lo que diría cualquier extranjero tratando de evitar la deportación?

Y ahí está el hombre de acero, el migrante sin visa, el soñador sin papeles. En la corte, sin capa, leyendo los requisitos del asilo mientras su abogado le dice: Chamo no  digas que puede destruir meteoritos. Argumenta que existe una dictadura en tu planeta.

En un país donde miles luchan por un permiso de trabajo, Superman vuela por los cielos impune. Tal vez ya es hora de ponerle límites… o al menos una cita con USCIS.

Al final, "Deportemos a Superman" no sería solo una comedia; sería un espejo que refleja nuestras propias contradicciones sobre inmigración, heroísmo y justicia. Porque si realmente queremos ser un país de leyes, esas leyes deben aplicarse a todos... incluso a aquellos que pueden detener trenes con las manos desnudas.

¿Estamos preparados para deportar a nuestro héroe favorito? ¿O finalmente reconoceremos que tal vez, solo tal vez, el verdadero poder de Superman no está en su fuerza, sino en recordarnos que ser americano no se trata de dónde naces, sino de los valores que eliges defender? Porque si Superman no tiene papeles… ¿Qué esperanza nos queda al resto?

Próximamente en cines: "Superman vs. ICE: Dawn of Deportation"

Nota del autor. Ni Superman ni Clark Kent son personas reales, y cualquier similitud con individuos vivos o muertos es puramente coincidente, aunque sus antepasados sean alemanes. Por favor, no intenten deportar a superhéroes.

NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE DEPORTAR A UN SUPERHÉROE. 


Y eso, al final, ya no es tu carga. 

 Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan. 
Los quiero hasta el infinito y más allá. Se les quiere que jode, y sobre todo de gratis.

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