jueves, 14 de junio de 2012

Hablemos sobre el odio y el amor.

Hablemos sobre el odio y el amor.
Ricardo Abud

¿Quien no ha experimentado estos antagónicos sentimientos alguna vez en su vida? Conocer las razones que los motivan no es tarea fácil, a menos que lo trabajemos con banalidad, sin conocer porque se producen.



Algunos científicos señalan que ambos sentimientos se activan en la misma zona del cerebro y muchas otras vainas, que de pana no entiendo, relacionados con el putamen y la ínsula, zona donde se activa el circuito del odio. Lo cierto es, que esos carajos solo se entienden ellos. Lo único que les entendí después de tanto leerlos es: Los investigadores creen que esto es sorprendente si consideramos que el odio también es, como el amor, una pasión que nos consume totalmente.

Verga de inmediato me dije, ¿hay que ser científico para llegar a esa conclusión?

Entre tanto, me fui a donde mi amiga Wikipedia, la cual habla mucha paja y al final nos enreda más, pero a veces uno peca de masoquista, y la consulte:

Amor según Wikipedia es: El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista.

Odio según Wikipedia es: El odio es una emoción de profunda antipatía, rencor, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir el objeto odiado. ODIO: El odio es la tendencia por la que la persona se opone a un objeto que le es contrario. El odio se puede basar en el miedo a su objetivo, ya sea justificado o no, o más allá de las consecuencias negativas de relacionarse con él.

Es arrecho, como hay mas conceptualizad en Wikipedia sobre el odio, mucho mas que hacia el amor.

Vamos a penetrar un poco en el mundo del odio.

El odio bloquea la racionalidad de la gente, no es justificable, por tanto atenta contra toda posibilidad de dialogo y construcción común, de una vida en pareja, sea en  materia laboral, o de cualquier  clase o posiciones ante la vida., sin que tocar el tema político. Los daños que el odio produce son irreconciliables, hacia quien los recibe, el alma con el pasar de los años se atrofia. Los efectos del odio (rencor o resentimiento) son devastadores, es uno de los sentimientos más nocivos, que cualquiera puede experimentar.

La función del odio es muy caracterizada, sin embargo, la frustración, la impotencia son algunos de los reflejos tácitos de esa conducta, culpar a los demás de nuestros propios errores y buscar autoprotección como respuesta ante una adversidad. No enfrentar de manera critica o autocrítica que en muchos casos somos nosotros mismos responsables de nuestras adversidades, sea por conflictos internos o externos que nos impiden ver la realidad racional. No permite autocensurarnos, la culpa es de otros,  no nuestra, y solo así nos protegemos ante nuestras propias manifestaciones de visionar con propiedad los problemas del día a día. El bloqueo es total.

Muchos aseveran que la génesis del odio puede vincularse a problemas del pasado, problemas que no han logrado superar aquellos que manifiestan tan dañino sentimiento. Es probable que el pasado entonces siempre se mantenga como caldo de cultivo para revivirlo en cualquier momento.

Quien odia esta más cerca de la venganza que de la justicia, por tanto, los errores siempre estarán de la mano, y más propenso sobre esa persona que mantiene viva la llama del odio.

No niego que haya sentido odio alguna vez en mi vida, pero de algo estoy seguro, hoy mi corazón es incapaz de albergar ese sentimiento, he entendido que si odiamos, estamos condenados a vivir en un laberinto de mentiras, en un circulo vicioso del cual es imposible salir, los errores a los cuales nos conduce el odio, son absurdos, incluso llegamos a pensar que cometiendo esos errores, nos vengamos de quien algún día amamos, trasformando nuestra vida en un lento proceso hacia la autodestrucción.

Amar es luchar por lo que se quiere y desea, odiar en todo lo contrario. Odiar es no saber amar.

La huella que deja el amor en nuestros corazones es indeleble, esta ahí siempre presente, nunca nos abandona, puede sufrir transformaciones, pero es un sentimiento inmutable, poco dialéctico.  Es por ello que creo firmemente en el amor, el amor siempre se mantiene y nos motoriza hacia logros inimaginables, sentir odio, es frustrar nuestras propias luchas, cercenando toda posibilidad de superarnos, amar es fácil, odiar es sumamente es menos fácil y traumático.

Si odiando creemos que la justicia volverá y penalizara a aquellos que para nosotros las infringieron, odiar se tornara en un sentimiento cotidiano, frustrando nuestras propias frustraciones. Sin posibilidad de salir del fondo donde nos encontramos.

Mientras allá en mi la capacidad para amar, nunca seré culpable del odio que me endilguen, o me impongan los que hoy me adversan, o los que ayer me amaron. Soy responsable de mis irresponsabilidades, pero no asumo las culpas de nadie, mucho menos la que me quieran imponer para mantenerme atado en un laberinto de odio. Si hoy se suman mas personas a los que ya me odian, bienvenido sea su odio, es su ODIO, no es mío, les pertenece a ustedes no a mi. Vivan con el.

Recordemos las palabras de Lord Chesterfield, quien dijo: "La gente odia a quienes les hacen sentir su propia inferioridad". Evitemos herir.

Los quiero que jode hasta que me canse de quererlos.
Nos vemos en el espejo, donde las culpas nos reflejan nuestra estupidez.

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