miércoles, 13 de junio de 2012

“Sólo se conocen bien las cosas que se domestican”


“Sólo se conocen bien las cosas que se domestican”
Ricardo Abud

En días pasados coloque en mi PIN, esta maravillosa frase de un libro que no me cansaré de leer: …“Sólo se conocen bien las cosas que se domestican”. En el transcurso de lo que duro la frase, varias personas me preguntaron qué significaba.




Puse varios ejemplos para explicar la frase, aunque no era lo que yo quería decir, explique, por ejemplo, que si domesticamos a una mascota, llegamos a conocer una parte esencial de ella y nos hacemos responsables del comportamiento que pueda tener. No creo que a los que  les di esta explicación, la aceptaran de la manera correcta.

Siempre he dicho que no podemos leer un libro, debemos interpretar el libro, ir hasta donde el escritor quiso llegar cuando lo plasmo en el papel. Entender la naturaleza de las cosas es muy importante, no sólo darle la interpretación que más nos conviene, o se acerque a nuestros intereses. ¿Qué quiso transmitir el autor cuando plasma una frase?  ¿Por qué no podemos leer entre líneas y llegar al fondo de lo que debe ser la interpretación? Definitivamente, no es fácil.

Ayer leía en un PIN, palabras más, palabras menos: …“el amor se pierde como líquido entre los dedos. Seguro que sí,  el amor se va si los dedos de las manos están abiertos, pero si los mismos están cerrados, contienen todo el caudal de ese amor, y no se puede escapar de ellas. Dos interpretaciones de una misma frase, y podrían surgir muchas, todo está del lado en que nos pongamos.

Ahora bien, la verdadera interpretación que yo quise dar, y lo que puedo interpretar de Antoine de Saint-Exupéry, está íntimamente ligada a los sentimientos. Un zorro y el Principito. Domesticar el amor, subordinar el respeto al amor.

— ¿Quién eres? —Dijo el principito—. Eres muy lindo...
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—. ¡Estoy tan triste!...
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—. No estoy domesticado.
— ¡Ah! Perdón —dijo el principito. Pero después de reflexionar agregó
—¿Qué significa domesticar?
—No eres de aquí - dijo el zorro al principito -. ¿Qué buscas?......
—Busco amigos  - dijo el principito - ¿Qué significa "domesticar"?
—Es una cosa demasiada olvidada – dijo el zorro- Significa “crear lazos”.
¿Crear lazos?

—Sí - dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.....
—Empiezo a comprender - dijo el principito -. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
—El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
— ¡Por favor... domestícame!- dijo.
—Bien lo quisiera —respondió el principito— pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
Sólo se conocen las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!....

Este extracto del libro es emblemático, de la subordinación de alguien al afecto, al amor, sólo una condición: domestícame.

Cuando educamos, no sólo tratamos de transmitir saberes o conocimientos, sino ACTITUDES Y SENTIMIENTOS. Los sentimientos son los que motivan la búsqueda del placer, y evitar el dolor. Entender y saber distinguir entre lo bueno y lo malo. La reflexión entre el estímulo y la respuesta, es lo que educa los sentimientos. Domesticar los sentimientos no es socavar las bases de su naturalidad, es saber controlar sentimientos no adecuados, como la ira, la maldad, el irrespeto, el odio y la violencia entre otros.

Por tanto, si logramos domesticar nuestros sentimientos y los de quien nos acompaña, obtenemos AMOR, una direccionalidad intrínseca en nuestras vidas, valores que nos permitirán alcanzar lo efímero de la felicidad, en la vida terrenal.

Debemos analizarnos con conciencia, entender que todo proceso crítico y autocrítico, debe darnos herramientas para corregir y avanzar. No correr sin saber caminar, aunque tengamos toda una vida caminando. El desasosiego (Impaciencia) no es la solución a los problemas, nos hace herrar. Los sueños no se consiguen sin perseverancia, la perseverancia es la constancia. La paciencia para lograr los objetivos es la mejor forma de domesticarnos y hacer la vida más interesante.

El amor es permanencia, constancia.

Se le quiere que jode, y sobre todo de gratis,.
Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan,.

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