La Soberbia
La soberbia implica valorarse a uno mismo por encima de los demás en cualquier aspecto. Este sentimiento de superioridad hace que las personas suenen presumidas y jactanciosas, menospreciando a los otros, sus formas de actuar y sus pensamientos, sus consecuencias son devastadoras sobre todo cuando se mezcla con el orgullo, la arrogancia y la prepotencia., un cóctel sumamente explosivo que nos con debe a la miseria espiritual.
La soberbia y el
orgullo van de la mano, una cosa es sentirse orgulloso por los logros que
podamos haber conseguido, otro muy diferente es mutar ese orgullo sano y legítimo,
con el orgullo patológico y menospreciar a los demás. Los soberbios sobreestiman significativamente sus
habilidades, creen que su desempeño es superior al de los demás, padecen de
exceso de confianza, son excesivamente ambiciosos y, en consecuencia,
arrogantes, por lo que tienden a ser resistentes a la crítica y a la duda, y a
ser despectivos hacia los consejos externos, la humildad se va de fiesta en
estas personas, y la aleja de la bendición
incluso divina.
La consecuencia de la soberbia son muchas, sobre todo
aquellas que se manifiestan a nivel familiar, recuerdo claramente en algunas
ocasiones donde algunos de mis hijos, montaba un berrinche porque quería algo, cuando
se lo daba y simplemente lo tiraba, mi papa me decía soberbio al igual que fuiste
tú, si, la soberbia ha sido parte en mi vida, y la asoció incluso a la maldad
que podría haber en nuestros corazones cuando no nos salíamos con lo que queríamos
a deseábamos. Una vez recuerdo que la soberbia me llevó incluso a atentar en
contra de mi bienestar físico.
De acuerdo a lo que he leído, trato de asociar la lectura bíblica a cada uno de los valores sobre todo después de haber recibido este mensaje:
1.
Levítico 26:19 "Y quebrantaré la
soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra
como bronce."
2.
Números 15:30 "Mas la persona que
hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová;
esa persona será cortada de en medio de su pueblo."
3.
Deuteronomio 17:12 "Y el hombre que
procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar
allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de
en medio de Israel."
La palabra de Dios reprueba y aborrece tal acción, lo ve de
lejos, lo cataloga como altanería. Las personas que están sumergidas en este
proceder, se vuelven autosuficientes y creyentes en sí mismas, van por la vida
actuando desenfrenadamente, y como todo lo malo en la vida, trae deshonra y
quebrantamiento.
La soberbia nos hace asumir comportamientos y acciones que
no se corresponden en ocasiones con nuestra personalidad, la utilización de
palabras que causan estragos, irrespeto son las que decimos en momentos cuando
sentimos disgusto cuyo objetivo real es devaluar a quien proferimos esas
palabras, provocarle malestar y dolor o descargar nuestro coraje, no medimos lo
que decimos, y tampoco sabemos cómo afrontar las heridas que dejamos, menos aún
enfrentar la disculpa, es sinónimo de culpa, y la soberbia ay el orgullo no lo
permiten.
La soberbia no permite ver el alcance de las palabras que
hemos utilizado para agredir, el daño que causamos y como perjudicamos la relación
con quien es agredido, dejamos huellas que en ocasiones son difíciles de
borrar, por la utilización del lenguaje con el cual agredimos u ofendemos a
alguien. Ante la ofensa siempre es mejor callar, apagar nuestros dispositivos,
retirarnos del lugar o actuar con indiferencia, y parar con ello la agresión a
la que somos expuestos, toda acción genera una reacción eso debemos entenderlo
y no permitir que suceda.
En todo caso, cuando las palabras hieren el odio aflora, y
muchas de las cosas que se dicen son el reflejo de lo que sentimos, no hay amor
ante la ofensa, menos aun cuando involucramos a terceros en esas agresiones
verbales. Haz un examen de conciencia y piensa cuáles son los caracteres que te
identifican como persona. Si reconoces que eres una persona soberbia y quieres
cambiar tu vida, apóyate en dios más aún si pregonas su palabra, no permitas
que el odio te consuma y te lleve actuar de una manera de la cual al final
puedes arrepentirte.
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