En los momentos más oscuros de la vida, cuando las circunstancias nos rodean como piezas enemigas en un tablero de ajedrez, es fácil creer que hemos llegado al final del juego. La desesperación se apodera de nuestro corazón, la mano cae pesada sobre la frente, y susurramos en silencio: "No hay salida".
Pero hay una verdad profunda que trasciende nuestra perspectiva limitada: cuando creemos que todo está perdido, cuando el adversario parece haber declarado jaque mate sobre nuestras vidas, el Rey del universo siempre tiene un movimiento más.
La diferencia entre la desesperación y la esperanza a menudo radica en la perspectiva. Lo que para el observador común parece una derrota inevitable, para el experto representa posibilidades inexploradas. Así ocurre en la vida: lo que nosotros vemos como un callejón sin salida, Dios lo ve como una oportunidad para mostrar su poder.
Las Escrituras nos recuerdan constantemente esta verdad: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos" (Isaías 55:8-9).
Recordemos a un joven pastor llamado David. Desde la perspectiva humana, el gigante Goliat había declarado jaque mate sobre todo Israel. Los soldados más valientes temblaban, el rey se escondía en su tienda, y el ejército entero vivía paralizado por el miedo.
Pero David vio el tablero con ojos diferentes. Donde otros veían una derrota segura, él vio la oportunidad de Dios para mostrar Su gloria. "Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos" (1 Samuel 17:45). El Rey tenía un movimiento más, y lo ejecutó a través de una simple piedra lanzada con fe.
El profeta Ezequiel se encontró en un valle lleno de huesos secos, una imagen perfecta del jaque mate existencial. Todo estaba muerto, sin esperanza de vida, sin posibilidad de restauración. Pero Dios le preguntó: "¿Vivirán estos huesos?" Y ante la respuesta humilde del profeta, Dios demostró que el Rey siempre tiene un movimiento más: "Y puse tendones sobre ellos, e hice subir sobre ellos carne, y los cubrí de piel; pero no había en ellos espíritu" (Ezequiel 37:8). Incluso la muerte no es jaque mate para nuestro Dios.
Quizás en este momento tu matrimonio parece irreparable. Tal vez tu situación financiera te tiene contra las cuerdas. Puede ser que una enfermedad haya cambiado completamente el rumbo de tu vida. O quizás la pérdida de un ser querido te ha sumido en una desesperación que parece no tener fin.
Permíteme recordarte algo fundamental: estás mirando el tablero desde tu perspectiva limitada. Pero hay Alguien que ve todas las jugadas posibles, todas las combinaciones, todos los movimientos que aún no has considerado.
La cruz parecía ser el jaque mate definitivo. El Hijo de Dios colgaba sin vida, Sus discípulos huían aterrorizados, y las tinieblas cubrían la tierra. Satanás debió sentirse victorioso, creyendo que había ganado la partida más importante de la historia.
Pero el domingo por la mañana, el Rey ejecutó el movimiento más poderoso jamás visto: la resurrección. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho" (1 Corintios 15:20). Lo que parecía una derrota total se transformó en la victoria más gloriosa.
Hoy quiero invitarte a cambiar tu perspectiva. En lugar de enfocarte en lo que parece imposible, recuerda que sirves a un Dios de imposibles. En lugar de contar las piezas que has perdido, recuerda que Él puede mover montañas con Su palabra.
"Confía en Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:5-6).
No importa cuán desesperante sea tu situación. No importa cuántas puertas se hayan cerrado o cuántos sueños parezcan haber muerto. No importa si todos a tu alrededor han perdido la esperanza.
Y ese movimiento puede cambiar completamente el juego. Puede transformar tu dolor en propósito, tu prueba en testimonio, y tu aparente derrota en una victoria gloriosa que ni siquiera puedes imaginar en este momento.
Mantén tus ojos en Él. Confía en Su sabiduría. Y prepárate para ver cómo el Maestro del universo ejecuta el movimiento perfecto en el momento perfecto.
"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis" (Jeremías 29:11).
El juego no ha terminado. El Rey tiene un movimiento más.
Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan.
Los quiero hasta el infinito y más allá. Se les quiere que jode, y sobre todo de gratis.

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