Viven en ti gotas celestes de casi purpuras
tintas como flores rojas adornando la morada
paño de alfombra como señal inequĂvoca de placer.
¿DĂłnde estamos?
La montaña de
verde salvaje, nos dibuja el escenario,
frio, casi nublado a la vista
mes de julio marcado por el destino.
SĂșbitamente la pasiĂłn
enjabona
el ambiente, tenso y victorioso
pupilas van y vienen
el alboroto ha comenzado.
Gotas de azĂșcar
cubren el paladar
el sudor recorre las entrañas salado como el mar
no se entiende
las estrellas a lo lejos llenan de vida.
Las sabanas se
enfurecen
se acelera el ritmo y florecen escaños de ilusión.
El amor es asĂ.
Una mezcla de
dulce y salado
poco lo entienden menos aun lo comprenden
que desdicha la dicha de la incomprensiĂłn
tarde muy tarde llegara el momento
hoy retroceder es la consigna
mañana serĂĄ otro dĂa.
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