jueves, 5 de julio de 2012

Desproporción en veces.

Desproporción en veces.
Ricardo Abud

En veces como como diría por ahí mi hermano, es trascendental conseguir una caricia que motive la luz interna que yace dormitando en nuestra alma. Aparece como una flor trastocada y bañada de miedo, queriendo abrazar incluso su propia nostalgia, la cual herida por amores pasados, no quiere sucumbir a su sentir.

Es interesante comprender cuando nos empeñamos en arreglarle el mundo a todos aquellos que giran en nuestra orbita, y terminar llorando el caos que representa nuestra vida. Miedos que no nos permiten enderezar nuestra felicidad, asociamos nuestra estupidez al tiempo. El tiempo solo nos brinda espacios que tarde o temprano hemos de llenar, no nos da soluciones, sin tener la voluntad de hacerlo. Dejamos al tiempo que nos de la felicidad que negamos en el presente.

Súbitamente cuando meditamos que todo lo postergamos, tratamos de apurar el paso y los errores brotan por caudales, concluimos que esperar duele, preferible no esperar nada de nadie, llegamos incluso a olvidar a aquellas personas que eran inolvidables, un adiós será el hola de una nueva persona que se cruce en nuestro destino. EL tiempo es peligroso y no podemos dejarlo a él, resolver nuestras nimiedades.

He tenido muchos amigos (as) falsos y no falsos, vivido momentos de mucho desorden, pero cuando se aprecia, quiere o se ama, debemos de hacerlo sin mentiras, con honestidad, marcada de pasión y con la firma del aprendizaje, sin prejuicios, sin atormentarnos por lo que vendrá, eso solo dios lo sabe.

Risas salen de mi alma, cuando la desproporción es insuperable a la capacidad de comprensión.

En veces cunado mi compañera inseparable (la soledad) me acompaña en una noche fría de tasca y tragos, siento que mandare todo al carajo al día siguiente, pero recurro a la infantil premonición que todo cambiara y la aceptación se vuelve una negativa insoslayable de incredibilidad. Es ahí cuando asombrado le doy pausa a mi estupidez y termino en un disfraz de melancolía que no asoma visos de verdad.

En veces alumbrado por esos tragos desmonto la mentira y nuevamente aterrizo en la humillante celeridad con que la vida nos permite vivir, entiendo que puedo querer y la vez mandar todo a la mierda por enésima vez y comenzar una nueva eternidad de misterios. El carisma de la insurrección de sentimientos golpea trémulamente las latitudes de la inmisericordia de aquellos que irrefutablemente profanan la naturaleza humana, desmontan un sentimiento hermoso para lucubrar en sus corazones la bofetada con que atormentan sus almas.

En veces entiendo a la vida, en veces no. Definitivamente quiero decir algo que no sé cómo coño decirlo, expresar con unas letras la vagancia del amor, la estrechez de la pasión con que nos expropiamos de la pureza del amor de aquellos que nos dan lo bonito de sus piensos. Amar no son solos palabras, es un sentir conjunto, es entrega.

Lloverán cantos de futuro en la medida que el tiempo nos permita disfrutar el presente que hoy nos obliga a crear a la historia que ha de recordarse mañana, haciendo olvidar incluso el pasado lejano que un día fue ese presente.

Hoy convencido estoy que lo sencillo siempre ha existido, y nuestros miedos nos ayudan a complicarlo, dejando al tiempo lo que es y será siempre nuestro mayor obstáculo hacia la felicidad, o simplemente no queremos que sea de otra forma.

En veces solo siento que quiero dejar de sentir. En veces solo quiero retirarme y con ello todo a la mierda.

Se le quiere que jode, y sobre todo de gratis,.
Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan,.

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