martes, 10 de enero de 2017

Palabras de más o de menos.

Pensar en el amor, de manera automática lo asociamos a la eterna perfección, sin conocer lo que es la perfección, la naturaleza humana es imperfecta. La definición de perfección de muchas personas  esta ceñida a la belleza física sin tener posibilidad de ver más allá de esos estereotipos y cánones mediáticos que nos inoculan día a día.


La sociedad está salpicada de personas con discapacidades o minusvalía, personas que tienen que convivir con esas limitaciones pero plagadas de un afán de superación trascendente que luchan cada día hacia su integración en una sociedad que los reprime miserablemente incluso cercena su autonomía y limita sus oportunidades. Otras en cambio de belleza externa en esos estereotipos que nos venden pero con limitaciones en su manera de pensar y razonar, están inmersos en busca de la perfección física para lograr la aceptación en un mundo que de lo contrario los rechazara, lo banal ocupa un lugar primordial.    

En ocasiones me pregunto cómo debe ver el mundo una persona que por circunstancias de la vida la vista le fue negada, cual es la percepción del mundo y su realidad, que parámetros usan para alcanzar a dibujar la perfección que nunca han podido palpar, como imaginan y le dan colores a la luz del amor. A través del amor la percepción del otro cambia, los defectos se modifican, sus virtudes se potencian, cuando al amor se esparce en los errores el miedo se apodera, el daño causado es irreversible piensan muchos, es ahí cuando la capacidad de amar se limita  y el miedo se apodera de las imperfecciones.

En ocasiones ponernos de frente al espejo o incluso cerrar los ojos nos ayuda a mirar dentro de nosotros mismos y sincerar la paz de nuestra emociones, una persona discapacitada de la vista puede ayudarse con otras emociones que son apoyadas con los  sentidos del tacto, el olfato, el gusto y el oído,  para estructurar sus pensamientos y mirar más allá de donde la visión no le permite llegar, otro por el contrario que poseen el don de la visión se quejan de sus visiones internas tan pronto cierran los ojos o la perfección no se dibuja ante de los cuándo confrontan el espejo.

La obsesión por la belleza hace que muchas personas que no son guapas se sientan incapaces de encontrar a la persona adecuada. Miedos que aumentan en el caso de aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad física o emocional. Sin embargo, superar dicho temor es el mejor modo de descubrir el verdadero amor. Otros por el contrario sienten miedo de sus propios miedos o se aferran a algún patrón de enseñanza, viven en su pensamiento pasiones imaginarias, al final dejan de vivir y se consumen en sus propias frustraciones, viven atormentados y culpando a los demás de sus fracasos.  

La perfección con que algunos miran el amor por consiguiente la vida, los ciega en la alternancia y capacidad de flexibilizar sus reacciones ante los errores y las virtudes, así como en la intensidad de sus emociones, las cuales están sujetas en la mente y supeditadas en valores morales, luchan en contra de lo que sienten y lo que quieren hacer en su mente emerge la prohibición del placer y la lectura de una marcada frustración de vida, la indiferencia se hace presente ante las palabras, soy mejor que el receptor nadie puede romper el hielo de mis valores inculcados, incluso mi miedo es superior ante lo desconocido por ilícito o licito que sea. 

La imperfección ante emociones desagradables se vuelven útiles, y el miedo le dice a nuestra alma, debes huir y luchar ante una situación incómoda, que por demás supones ha de pasar pero no terminas de asimilar, surgen los pensamientos negativos que ciegan nuestra manera de percibir el amor y la vida. Como descifrar el juego de palabras, ejemplarizando cuando nos encontramos en la sala de espera de un consultorio odontológico, ante el momento desagradable que nos espera la lectura puede disipar lo que se nos avecina, por otro lado  está la aceptación y pensar que ese mal momento que pasaremos nos ayudara a solucionar el problema que nos llevó al consultorio del odontólogo. Por ello es menester saber manejar nuestras emociones en diferentes contextos.

Enfrentar nuestros miedos nos ayudan no a conocer la perfección, sino la realidad, entender que el amor es algo necesario y va más allá del sexo, es compañía, ternura, solidaridad, aprecio, respeto y consideración por la persona que tenemos cerca, no créenos que estamos sobrado cuando nos percatamos de un sentimiento que podría catalogarse insano o sano, es probable pero no deja de asociarse a una emoción, emoción que nace en nuestra mente cuando cerramos los ojos o nos miramos ante el espejo, quien puede ser tan  perfecto para juzgarlo o transformarlo en un problema sociológico.  


El amor no es la belleza externa que muchos seguirán asociando a la perfección, el amor es solo eso amor,  la clave de la evolución. 


Se le quiere que jode, y sobre todo de gratis,.
Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan,.

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