miércoles, 25 de octubre de 2017

La perfidia y el desamor

Las noches de insomnio a la que la vida nos somete por las más diversas razones, nos llevan a ser reflexivos y a tratar de entender la conducta de tus seres queridos y a buscar las razones que pueden provocar acciones que materializan el desamor.


Hurgar en los recuerdos es la prioridad del insomnio sin menoscabo de la comprensión o el entendimiento,    tratar de llegar a la raíz de los problemas y ver con sentido autocritico los errores cometidos más allá de enmendarlos han transitado por el tiempo y el espacio, solo nos sirven de aprendizaje para no volver a cometerlos, el daño si lo hubo está hecho.

La lealtad más allá de la autocrítica se convierte en una poderosa arma que desmota mitos y se convierte en transformaciones de la cotidianidad de forma estructural.   El resentimiento surge y desmorona la lealtad y el desamor aparece de manera inquisidora, mutando la esencia de la verdad y la esconde en lo más profundo del corazón y del alma para olvidar lo bueno que se entregó en el proceso de crecimiento de nuestras vidas. Nos sumergimos en un abismo de sentimientos encontraos y acribillamos con el olvido cualquier recuerdo por bueno que pueda ser.  

La naturaleza humana convierte los errores en un reflejo de repeticiones y de culpa, para justificar la estupidez, deja de anteponer valores éticos y morales para convertirse en un títere, no hay enseñanzas, no hay aprendizaje y su conducta se enloquece y se nutre de la arrogancia insigne que marcara su entorno y hábitat de vida.   El contexto emocional  será implacable, que solo podrá ser alimentado con el olvido y la falta de recuerdos.

La perfidia surge y baña el caudal de sentimientos depositado en las entrañas de la inmisericordia y señala de manera inclemente que los errores que cometemos son ancestrales, vivencias que nacieron al llegar a este mundo y se mejoraron con el pasar de los años, payasadas de los sin razones y argumentos sandeces de aquellos que no quieren ver más allá del amor.

El amor y la lealtad son sinónimos incondicionales y pueden morir en el momento en que dejamos de entenderlos, cuando atentamos en contra de ellos sin vacilaciones, cuando nos doblegamos a la vulnerabilidad de nuestras debilidades es ahí solo ahí que el aprendizaje comienza y termina la terquedad de nuestras almas, el sufrimiento definitivamente ayuda a crecer. El dolor curte el alma y la engalana de sabiduría.

Muchos gozan con lo frio de la mentira y desechan el calor de la verdad, no les interesa, la mentira los ayuda en la oscuridad en que mueven la funcionalidad de sus sentimientos, son sencillos y vagos, generadores de conformismo estrecho de sus pensamientos, la honestidad la asocian con el disfraz del pasado que otros sembraron en sus conciencias, solo existe la mentira general, para ellos  (as) ha dejado de ser particular, sus emociones las esconden en su interior y no permiten que afloren  y destierran en el sueño eterno del insomnio, la mentira es la única verdad que aceptan no hay términos medios, el sufrimiento es solo eso una condición de la cual son incapaces de supéralas y aceptar, dejan de ser leales a lo que sienten y quieren hacer,  postergan decisiones que  esconden en su inmaculada hipocresía, pobre almas de mente débil y con valores y prejuicios equivocados, condicionados a los designios que otros imponen, quieren ser leales con los demás y dejan de ser leales con ellos mismos, pretenden amar a otros  (as) y no terminan  de aprender amarse ellos (as) mismos. La salud mental los envuelve en su insanidad  emocional y convierten el gozo en una mera simpleza cargada de solead con el solo recuerdo de lo que quieren y sienten verdaderamente, la explosión del orgasmo los lleva a la conclusión estereotipada de la imaginación de estar conforme con la alegría solitaria. El miedo no puede frenar lo que sientes tiene que ser transformador. 
   

Los errores que he cometido son solo míos de nadie más, me pertenecen a mí, quien los repite  se hace cómplice de su inmadurez prematura y mata en su locura la sensación más sublime que podemos asociar a la vida misma, el amor y la lealtad. Entender que los errores son solo hoy una película una proyección de lo que nos ha tocado vivir, nadie está obligado o condicionado  a repetir mis errores ni esconderse en esa alabanza absurda, vive cometiendo los errores propios y dejen ya el rumor de los míos, vivan sin joder, sino aceptaron antes menos lo harán hoy, soy quien me toco ser, no seré quienes ustedes quieran que sea, el chantaje solo será eso, chantaje.

Se le quiere que jode, y sobre todo de gratis,.
Nos vemos en el espejo, donde las mentiras nos atormentan,.

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