jueves, 30 de agosto de 2018

Entre el bien y el mal


Entre el bien y el mal

El bien y el mal no dejan de ser un problema filosófico, incluso de carácter religioso que es necesario entenderlo, comprenderlo para poder manejarlo en nuestra cotidianidad y hacernos de una vida más fácil.

El bien o el mal surge como producto de los rumores y de la percepción de cómo lo interpretamos, para muchos un rumor puede ser catalogado de bueno ara otros de malo, lo asociamos a un código ético que hemos recibido por formación primaria. La sociedad juega un papel fundamental,  determínate, el bien y el mal no es un enfrentamiento entre las fuerzas que señalan el bien absoluto y las fuerzas del mal absoluto y su necesidad de compararlo frente a lo cotidiano, que siempre pasa más desapercibido por la costumbre.

Aparece el dilema entre portarse bien o portarse mal, filosóficamente estructurado al relativismo cultural (diversidad de culturas, costumbres, ideologías incluso hasta creencias) sin tomar en cuenta la heterogeneidad de las sociedades, para lo que muchos es malo para otros es bueno, para lo que unos es moral para otros es inmoral. Lo que buenos para una sociedad socialista para el capitalismo es malo y a la inversa.

Bajo esta condición debemos partir entonces de las reglas que definen a la sociedad las cuales sustentan sus valores éticos y morales, sobre los cuales ha de sustentar el concepto universal que marcará la ruta del bien, tomando la ruta del mal como su opuesto. Estos preceptos definen la dignidad humana de tal o cual  sociedad en lo colectivo e individual, sin ser absoluto.

Como tema filosófico no deja de ser dialectico por tanto el bien y el mal son susceptibles a la duda y de que nuestra creencia en lo bueno y lo malo varíe según vamos variando nosotros mismos.
El bien y el mal nos muestra como siempre, que hay fuerzas opuestas que se enfrentan, y de dicho enfrentamiento surge la fuerza de la vida y la evolución de las cosas, además, en cada una de las fuerzas se contiene una pequeña proporción de aquello a lo que se enfrenta, una verdad paradójica. Cada idea tiene su contraria, y la razón es la misma desde cualquiera de los dos puntos de vista, siendo la única fuerza cierta aquella que no se ve, que es la que surge del enfrentamiento entre dos posturas.

De ahí el rumor juega un papel fundamental, así como aquellos que se consideran poseedores de dones mágicos para ver  un presente que no existe o un futuro que es imposible de mirar, en este sentido el rumor lo empoderamos y conceptualizamos como una verdad y lo atamos a esos valores éticos y morales que rigen el carácter social de nuestra sociedad, mutamos y lo hacemos real. Cuando lo aceptamos en nuestra vida como una verdad  lo clasificamos como bueno o malo en nuestro código de leyes y procedemos a acusar, juzgar, condenar y castigamos, he ahí la “JUSTICIA terrenal”. Puede haber premoniciones, las cuales podrían suceder o no, no son determinantes, ni nos ayudan a crear una matriz de opinión, aunque para aquellos que aceptan esa verdad manifiesta en la magia, suposición, premonición  o en religiones alternativas la anteponen como una verdad absoluta.

Sin embargo  cuando el bien y el mal, se conceptualiza de acuerdo a la religión (teología) es la fuerza de dios y del demonio quienes se enfrentan, es por ello que escuchamos con regularidad, que si el bien existe, el mal también. Entendiendo el mal podremos conocer el bien.

Las diferentes religiones alternativas o creencias contraías a dios o no, se manifiestan en conjuros, te corrompen, te lleva a cometer actos perversos y se camuflan bajos el bien (seducciones externas) el libre albedrío y la ausencia de virtud. El mal es la ausencia del bien, producto de la influencia que ejercen en nosotros (terceros)   incluso la sociedad con leyes retrogradas que favorecen a minorías. Lo desconocido y su aceptación como una verdad que está en el subconsciente, guardada en el depósito. Si tienes frio hay ausencia de calor, si hay oscuridad hay ausencia de luz. La envidia es ausencia de amor propio e influir es su mejor  modo de manifestarse cuando somos o nos sientes vulnerables, la premonición comienza ese franco proceso de deterioro mental y se transforma en una  verdad absoluta.

ES por ello que la inmanencia cuando es prolongada y pierde valor en la trascendencia de todos aquellos que la asumen como un dogma, sin derecho a réplica, lo cual posibilita el estancamiento de las relaciones interpersonales, subjetivando la armonía. Somos infelices, o utilizamos esa verdad absoluta para liberarnos de algo que ya no queremos tener  a nuestro lado y la culpa la trasformamos y nos victimizamos.

Comprender la naturaleza humana no es difícil, nosotros somos quienes la hacemos difícil, somos hipócritas y nos cuesta reconocer los errores para seguir caminando erguidos, hasta que nos vemos nuevamente en el espejo.

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